jueves, 11 de diciembre de 2008

La aventura de ser maestro

Reflexión sobre la lectura
“La aventura de ser maestro”
Steve J. M.
En un una pare de la lectura del texto escrito por Steve,J.M. se lee:
“No hay mejor regalo de los dioses que encontrar un maestro. A veces tenemos la fortuna de encontrar a alguien cuya palabra nos abre horizontes antes insospechados, nos enfrenta con nosotros mismos rompiendo las barreras de las limitaciones; su discurso rescata pensamientos presentidos que no nos atrevíamos a formular, e inquietudes latentes que estallan con una nueva luz. Y curiosamente no nos sentimos humillados por seguir el curso de un pensamiento ajeno; por el contrario su discurso nos libera…..”
Esta es precisamente la primera sensación que tuve al acabar la lectura, y en verdad que me sentía completamente identificado y siguiendo un pensamiento ajeno, formando un juicio paralelo. Describirme dentro del texto no fue cosa difícil. En sus inicios, me pregunto, ¿Qué profesor no habrá sentido la angustia de las primeras clases y el miedo a las preguntas comprometidas?, ¿Qué profesor no aparentó tener conocimientos que en realidad no tenía? ¿Quién alguna vez no supo actuar ante un acto de deshonestidad o indisciplina?
Sin embargo, la reflexión me lleva a detenerme en el análisis que hace sobre la valoración e importancia de ser maestro. No puedo dejar de sentirme aludido, descubierto y al mismo tiempo cuestionado ¿Por qué digo que soy maestro?, ¿Qué identidades tengo con la vocación de la enseñanza?, ¿Cómo puedo convertir cada clase en una aventura y en un reto intelectual sin angustiarme y aún más, disfrutando el pasaje?, ¿Cómo puedo ayudarles a mis alumnos a comprenderse a si mismos y entender el mundo que les rodea?
Coincido en que las tareas cotidianas en el salón de clases encuentran obstáculos básicos que son:
1) Identidad profesional. El profesor debe tener una identificación real y honesta con su labor de enseñanza, debe creer y estar completamente cierto que lo único verdaderamente importante son los alumnos y estar al servicio de aprendizaje de los alumnos.
2) Comunicación e interacción. La clase funciona con sistema de comunicación e interacción donde el profesor es el responsable de que este mecanismo se active en el momento justo, si este no funciona, el ambiente de aprendizaje no será deficiente.
3) Disciplina. Sin duda alguna, el elemento que le da solidez, orden y respeto a cada una de las actividades e interacciones es la disciplina. La seriedad con la que cada quien tome su rol dentro del salón de clases es primordial para realzar clases productivas.
4) Contenidos y niveles. Uno de mis primeros errores cuando me inicie como profesor del nivel medio superior era lo difícil que me resultaba presentar la información a los estudiantes de una manera que estuviera de acuerdo a sus cuadros conceptuales. Esta adaptación de los contenidos, sin olvidar el nivel o los objetivos planteados, es labor importante, exige organización, creatividad, tiempo y una buena dosis de paciencia.

Me contagio, finalmente, con la idea de que ser profesor es socialmente relevante, tenemos la magnifica oportunidad de participar en la formación de jóvenes con pensamiento critico y responsable para que puedan enfrentarse a su futuro, pero sobre todo, consigo mismo.

Compañero, agradezco la lectura de estas reflexiones y espero sus criticas y comentarios.

Saludos
Jorge H. Silva Ojeda.

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