jueves, 11 de diciembre de 2008

Mi confrontacion con la docencia

Mi Confrontación Con La Docencia
Soy ingeniero bioquímico de profesión y tengo estudios de maestría en ciencia de los alimentos en el IPN. Durante el tiempo de desarrollo experimental de mi tesis de grado, tuve la oportunidad de impartir la cátedra de microbiología de los alimentos en la Universidad Iberoamericana para la maestría en alimentos que ella ofrecía. Los primeros días de clase realmente fueron angustiantes, el stress de organizar la clase, las prácticas de laboratorio, seleccionar la lectura de artículos para la discusión en clase y lo mas pesado, el gran numero de lecturas que tenía que realizar para llegar “listo” a la clase. Con el tiempo y con la comprensión y ayuda de los estudiantes la labor se me hizo menos pesada pero la tensión nunca bajaba, tenía la certeza que no todo marchaba bien, siempre pensaba que algo faltaba.
Algún tiempo después, traslade mi residencia a mi ciudad natal, La Paz B.C.S. donde me ofrecieron las clases del área de alimentos para un bachillerato tecnológico, el CBTIS 230, que recién abría sus puertas. Como en ese tiempo no tenía trabajo, tome las clases “por mientras” salía algo mejor. Desde ese tiempo a la fecha han pasado 20 años, en el camino han quedado muchas ideas y reflexiones, he corregido y sigo corrigiendo errores y aun sigo modificando mi práctica docente. Ser profesor me convoca a actuar con responsabilidad y un juicio critico oportuno, a estar pendiente de la evolución de los valores sociales ya que estas exigencias son habituales en el salón de clases.
La enseñanza de cualquier competencia o ampliar la estructura conceptual de los estudiantes, requiere la coincidencia de muchas habilidades y sobre todo tener el don de despertar la curiosidad y la reflexión sobre el mundo que los rodea y estimular la generación de respuestas así como cuestionamiento de las mismas.
Trabajar en el nivel medio superior es un verdadero reto que debe motivarnos a ser verdaderos guías ya que la adolescencia es la etapa de la vida donde se vive una etapa de recambio y construcción de valores, donde define su profesión, donde adquiere madurez para adquirir conceptos académicos superiores y donde estructura o cuando menos sienta las bases que definen su futuro rol social. Ser parte de toda esta transformación debe para nosotros tener realmente un significado muy importante, toda vez que hablamos de la formación e integración de un ciudadano.
Reconocer a estudiantes que se insertan con éxito en la vida comunitaria como médicos, ingenieros, licenciados, técnicos, etc., y que además lo hacen con responsabilidad y ética, es gran motivo de satisfacción.
Reconozco que hay estudiantes que por diversos motivos, académicos, familiares, económicos o de otra índole no han podido superar la etapa de bachillerato. ¿Qué podemos hacer? Cuando los motivos son ajenos nosotros, a veces poco podemos hacer, pero cuando los factores son académicos, en esos momentos si podemos incidir, sin embargo, ¿En donde esta mi compromiso? ¿En donde están los profesores comprometidos?
A veces las preguntas anteriores que tiene como respuesta solo el silencio o la excusa premeditada causa desconsuelo.
Compañeros, está es una breve reflexión sobre mi docencia. Espero sus comentarios y me comprometo a leer con atención y respeto las de ustedes.
Saludos
Jorge H. Silva Ojeda.

1 comentario:

  1. Estimado Jorge Humberto.
    Te felicito por la reflexión sobre tu confrontación como docente, yo me preguntaría lo mismo que tú, ¿En donde están los profesores comprometidos?, o los que dicen estar comprometidos con su labor docente ó será que mi concepto de compromiso y de ética profesional es diferente a mis compañeros, no lo sé, lo que si te puedo decir que desde el momento que nos interesan los alumnos es que estamos aquí preparándonos y buscando aprender para beneficio de nosotros y de ellos.
    Soledad

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